miércoles, 17 de junio de 2015

El significado de ser libre – Por Catalina Ramos

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“Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír.” George Orwell
“Quienes pueden renunciar a su libertad esencial para obtener una pequeña seguridad temporal no merecen ni libertad ni seguridad.” Benjamín Franklin
Generalmente, cuando conversamos acerca de qué significa ser libre, la respuesta se restringe a un enfoque desde lo negativo, es decir, lo definimos como lo contrario de estar preso, encerrado, sujeto o sometido. Quisiera compartir en estas líneas algunas reflexiones acerca del sentido de ser libre que subyace en los ideales y principios de Vente Venezuela, y que es bueno conocer, para comprender nuestra afirmación de que somos ciudadanos libres.
En Vente Venezuela comprendimos y asumimos que solo nosotros, los ciudadanos que habitamos este país, tenemos en nuestras manos la responsabilidad y la oportunidad de modificar nuestra realidad. En ese sentido, hacemos conciencia de la conexión existente entre esa libertad que nos lleva a tomar esa actitud, y la responsabilidad de lo que hagamos en consecuencia. Es decir, somos libres en tanto somos autónomos y conscientes, escogemos lo que queremos hacer, lo defendemos, y lo más importante, nos damos cuenta de la repercusión de nuestras acciones.
Comúnmente nos imaginamos que un león en las sabanas africanas, o las garzas que sobrevuelan el Orinoco son libres, en tanto están sueltas, y se desplazan a su antojo por el área natural en la que viven. Sin embargo, desde la perspectiva que estamos analizando, esos animales no lo son, pues actúan según sus reflejos e instinto, y no tienen la capacidad racional de modificar su realidad. Nosotros, los seres humanos, gracias a la inteligencia y la razón, sí tenemos esa libertad.
Menciona Fernando Savater, en Ética para Amador: “No somos libres de elegir lo que nos pasa (haber nacido tal día, de tales padres y en tal país, padecer cáncer o ser atropellado por un coche, ser guapos o feos…), sino libres de responder a lo que nos pasa de tal o cual modo (obedecer, rebelarnos, ser prudentes o temerarios, vengativos o resignados…)”
Es por ello que en Vente Venezuela afirmamos que somos ciudadanos libres, en tanto somos capaces de responder a una situación de diversas maneras, con conciencia de nuestros actos y de sus posibles consecuencias, y nos hacemos responsables de las mismas. Este sentido de la responsabilidad en torno a la gran oportunidad que tenemos, es quizá el elemento más importante de nuestra conciencia de libertad.
Tenemos libertad de pensamiento y libertad de elección, aún estando claros que no siempre podremos alcanzar aquello que hemos elegido, porque entendemos el tipo de régimen en el que nos desenvolvemos, y las dificultades que ello conlleva. Esa realidad nos anima a seguir debatiendo, razonando, argumentando nuestras razones e ideales, para fortalecer nuestra elección e ir compartiendo con cada vez más venezolanos las aspiraciones que tenemos para alcanzar la Venezuela Libre que todos nos merecemos. No tenemos miedo a la diversidad de ideas y de enfoques, porque entendemos que la riqueza de ideas es lo que fortalece la libertad, y la democracia.
El aspecto más interesante e importante del ejercicio de nuestra libertad es la convicción de que solo podremos alcanzar nuestro objetivo en la medida que logremos sumar cada vez a más venezolanos para que ejerzan su condición de ciudadanos libres y responsables. Eso requiere una gran apertura al debate de las ideas, a escuchar argumentos, y a argumentar. Estamos claros que para hacer realidad la sociedad que nos merecemos, primero debemos tener el valor de defender nuestros valores, ideales y nuestras convicciones.
No caemos en el chantaje de la cómoda y errónea concepción de libertad sin responsabilidad, ni uso del razonamiento de quienes intentan imponer posiciones evadiendo su necesaria discusión. Muchas veces sus respuestas son “es que soy libre, no tengo que consultar, puedo hacerlo”. Sin embargo, eso solo los iguala al león y las garzas de nuestro ejemplo anterior, actuando desde sus reflejos e instintos y evadiendo la inherente responsabilidad por las acciones que llevan a cabo.
Por ello, en Vente Venezuela hemos decidido participar en forma activa en la construcción de un mejor país, luchando por los valores y principios en los que creemos. Como ciudadanos libres, tenemos la determinación de construir la Venezuela donde estos valores imperen, y comprendemos la responsabilidad de ser los líderes de esta transformación, firmes y sin miedo, luchando, hasta vencer.
Twitter: @caramos61

miércoles, 20 de mayo de 2015

¿Qué es esto de Vente Venezuela? – Por Catalina Ramos

Opinión

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A raíz de todo el proceso en torno a las recientes elecciones primarias realizadas el pasado 17 de mayo, he estado leyendo en las redes sociales y en los escasos medios de comunicación, diversos aspectos acerca de la participación de la organización Vente Venezuela. Como he identificado algunas confusiones y dudas en torno a quiénes somos, me pareció pertinente y oportuno compartir con ustedes lo que conozco de esta organización política, a la cual pertenezco con mucho orgullo, desde su constitución.
Vivimos en un país ahogado por la violencia, la inseguridad, la escasez, la corrupción, los abusos por parte del régimen, donde la mediocridad y el conformismo quieren instalarse. Durante 16 años, se han arrebatado progresivamente los derechos civiles de los venezolanos, no se respeta la propiedad privada, y quienes están en el gobierno han generado un poder en el Estado que ha pretendido meterse hasta dentro de nuestros hogares. Vivimos en un régimen totalitario, que ha sacado lo peor de la naturaleza humana en su desempeño. Por otra parte, en algunos sectores contrarios al gobierno, se ha subestimado la capacidad del venezolano para entender la situación en la que nos encontramos, e incluso se ha subestimado su potencial emprendedor y aspiracional, planteándole alternativas que lo frenan y disminuyen en el ejercicio de sus derechos ciudadanos.
En ese contexto, teniendo muy claro a qué nos enfrentamos, ha venido desarrollándose el Movimiento Político de Ciudadanos Libres Vente Venezuela, entendiendo la urgencia de dar la cara para defender la Libertad, el Estado de Derecho y la Propiedad Privada en nuestro país, como pilares básicos para alcanzar una sociedad próspera y plena de oportunidades para cada uno de sus ciudadanos.
Provenientes de todos los rincones del país, estudiantes, amas de casa, productores, profesores, industriales, maestros, sindicalistas, profesionales universitarios, dirigentes políticos, en fin, miles de ciudadanos, nos planteamos constituir el espacio en el que se estén incluidos todos los habitantes de este país que sientan pasión por la libertad, que reconozcan el trabajo como origen de dignidad; que entiendan que la propiedad es requisito inseparable de la libertad. Que persigan la igualdad ante la justicia, asuman la solidaridad como valor humano, así como el respeto al derecho a disentir.
Le damos una importancia estratégica a la formación política de nuestros miembros, porque sabemos que en medio de este desastre y deformación a los que nos ha arrastrado el régimen, se requieren referentes que seamos capaces y estemos dispuestos a liderar el proceso de transición a la democracia que cada vez está más cerca en Venezuela. Queremos constituir la corriente de pensamiento en la que se fundamenten el Estado de Derecho, la democracia, la división de poderes, la libertad del individuo, el respeto como precondición de la libertad y el compromiso con los derechos humanos.
Pero no nos conformamos solo con eso, sino que además, abrimos nuestras puertas a todos los ciudadanos que estén interesados en informarse y en compartir con nosotros el talento y el conocimiento de tantos otros venezolanos que día tras día trabajan sin descanso por aportar lo mejor de sí a esta lucha por la libertad.
Nos denominamos ciudadanos libres, porque no dejamos que nos sometan ni nos silencien. Decidimos vencer el miedo y con valor, defendemos nuestros valores, ideales y nuestras convicciones.
Por eso, nos has encontrado y nos vas a encontrar en cada lucha, en cada reclamo, en cada acción que contribuya con el objetivo que nos hemos planteado: convertir a Venezuela en una nación próspera y de paz, donde imperen la libertad, la democracia y los derechos fundamentales de cada ciudadano.
Si coincides con estas ideas, principios, valores e ideales, ¿qué esperas? Vente!
Coordinadora Nacional de Formación de Vente Venezuela
Twitter: @caramos61

lunes, 23 de febrero de 2015

Habrá riesgo – Catalina Ramos


Hace unos días, conversaba con alguien de mi familia acerca de las actividades que posiblemente se darían en febrero. En la conversación surgió la expresión “seguramente si hay marcha, habrá riesgo”
Esa frase me quedó dando vueltas en la cabeza, y con la velocidad a la que van los acontecimientos nacionales, más claro me ha quedado su significado.
Ciertamente, conocido que estamos en dictadura, es lógico esperar que, ante cada manifestación en la calle -desde la más simple como repartir agua en una cola hasta la más aguerrida como las marchas y trancas recientes- haya represión, y por consiguiente, riesgo. Y más aún luego de la aprobación de la resolución #008610
Sin embargo, el riesgo al que más le temo no es ese. El que me quita el sueño, no es el riesgo arriba descrito.
Me angustia el riesgo que corremos si no actuamos ahora, y nos dejamos arrebatar definitivamente el país. Me mortifica el riesgo de que nos quiten los pocos espacios que quedan para el verdadero debate de las ideas. Me exaspera el riesgo que tenemos de conformarnos con una libreta de racionamiento, como premio de consolación para un ciudadano disminuido, resignado, humillado de tantas colas, carestía y escasez. Me desespera el riesgo de silencio voluntario de algunos grupos para que no “nos quiten” el montón de regulaciones y controles disfrazados de ventajas, como CADIVI, SICAD y ahora SIMADI.
Habrá riesgo, ciertamente, de más represión. De eso no cabe ninguna duda. Pero me parece mucho más grave el riesgo de que apaguemos nuestras voces, dejemos de reclamar nuestra libertad, dejemos de ejercer nuestra ciudadanía.
Seguramente, habrá riesgo de más detenciones arbitrarias, de más líderes políticos enjuiciados, de más jóvenes torturados, enterrados en vida en lugares como la tumba. Pero me atemoriza más el riesgo de que todos ellos se vayan apagando en esas prisiones, porque no tuvimos el arrojo de seguir reclamando que los liberen, que no haya más tortura, que cierren esos horribles lugares.
El panorama no se ve fácil. Para nada. ¿Y quién dijo que lo sería? Pero es en las circunstancias más duras, donde la valentía, la decisión y el compromiso del venezolano siempre ha salido a relucir, siempre ha dado la cara. Y esa es la apuesta a la que voy, por la que trabajo y lucho cotidianamente.
Nos han criticado la falta de unidad en la oposición, y entonces surge el Congreso Ciudadano por la Reconstrucción Nacional, como la plataforma más amplia e inclusiva, que articula a los ciudadanos desde la base, y que ha demostrado que somos capaces de organizarnos y trabajar por la defensa de nuestro país, en torno a propuestas, sin importar quién las hace.
Nos criticaron que en la oposición no teníamos una alternativa para el país, un plan concreto, y se presenta el Acuerdo Nacional por la Transición, una propuesta clara, concreta, para que entre todos, sin exclusión, reconstruyamos a Venezuela.
Por eso hay alboroto, represión, gritos y disonancias desde el régimen. Porque estamos de pie, porque tenemos respuestas. Porque sabemos qué queremos para Venezuela. Porque pedimos a gritos que Maduro renuncie, y de paso a la transición hacia la democracia, en paz.
No cedamos ni un espacio ganado. No corramos el riesgo de quedarnos sin país, sin ciudadanía, sin recuperar la democracia. Es el único riesgo que no quiero correr.
Sigamos adelante. Hasta vencer.
 @caramos61

jueves, 5 de febrero de 2015

Cuando la procesión va por dentro – Catalina Ramos

POSTED ON  BY  IN OPINIÓN

Mucho se ha hablado acerca de las colas, sus razones, pero sobretodo, el sentir de la gente que las hace. Borregos, conformistas, bachaqueros, en fin, una serie de calificativos que no voy a decidir yo su naturaleza, ni su aplicación, pero que solamente alcanzan a caracterizar lo que pienso que es la consecuencia de las acciones perfectamente planificadas de un régimen opresor como el que está instalado en Venezuela.
Hoy me quiero referir más bien, a la analogía que encuentro en cada embestida del régimen hacia los ciudadanos, que al final termina siendo equivalente a las colas, esas que aún no hago, por convicción, pero que no puedo afirmar que nunca haré, porque soy humana, madre, hermana, hija y amiga, y no sé qué respuesta tendré para una situación crítica extrema frente a la cual la cola sea la única alternativa que se presente para resolver.
Desde hace muchos años, ante cada complicación que se ha tropezado el régimen, ante cada denuncia hecha por la oposición o por algún organismo técnico específico nacional o internacional, desarrolla una misión que ofrece resolverlo.
El gobierno ha hecho menos viviendas en 10 años que la democracia en uno” Respuesta: Misión Vivienda, Gran Misión Vivienda Venezuela, cuando se le trancó el serrucho a la primera, y Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, cuando las denuncias de ineptitud y de corrupción llegaron a la segunda. Todas inútiles, y excluyentes en su aplicación.
Venezuela es el segundo país de Latinoamérica en embarazo adolescente”. Respuesta: Misión Hijos e Hijas de Venezuela, que bajo el maquillaje de la ayuda económica, no aborda el fondo verdadero del problema.
La situación más criticada de todas en este gobierno ha sido siempre la inseguridad, ante la cual el régimen ha lanzado 19 planes de seguridad y, por supuesto, la Gran Misión a Toda Vida Venezuela. Resultados: todos los conocemos, dolorosamente.
No sé ustedes, pero siempre me ha llamado la atención revisar cómo un ciudadano venezolano puede acceder a las misiones creadas. Siempre, SIEMPRE, el primer paso es un proceso de registro detallado de datos de aquel ciudadano que piensa que es potencialmente beneficiario de dicha misión. Incluso alguna vez comenté en forma irónica que en breve harían la misión registro, porque nunca escapamos de ese paso previo, en el que nos exponemos, sin protección alguna, a la evaluación crítica y quien sabe con cuál intención oculta, de un régimen que ha demostrado hasta la saciedad que no es democrático, sino al contrario, totalitario, dictatorial, y represor.
Todos estos procesos de registro, en un país que se jacta de tener gobierno electrónico y de que todas las bases de datos se interconectan, el único objetivo que persiguen es hacernos sentir vigilados, escrutados, escudriñados en nuestra intimidad individual. Consecuencia de ello, la persona está vulnerable, temerosa. Y si es la necesidad real y honesta la que lo impulsa a entrar en el proceso de registro en dicha misión, esas emociones sumadas a su desesperación por ser beneficiado, propician el silencio, la apatía, la desmovilización y desmotivación que muchas veces vemos, y no entendemos.
Entonces, hoy día, volviendo a las colas, pienso que nada ha cambiado. Al contrario. De nuevo estamos ante el paso previo de la nueva próxima misión: la Libreta de Racionamiento.
Colas en las que se solicita y controla lo que compras de acuerdo al número de cédula, para algunos productos hay que llevar la partida de nacimiento de los hijos, en fin, un nuevo modo de hacernos sentir examinados, vulnerados en nuestra individualidad y en nuestra privacidad. Más de lo mismo. Estrategias previamente diseñadas que se aplican para generar parálisis, estupor, y miedo, que junto a la necesidad, producen en la persona una sensación de vulnerabilidad que el régimen aprovecha.
Es por eso que nuestra responsabilidad es tan grande.
Tenemos la obligación de acercarnos a las colas, pero no para gritar consignas de que no las hagan, ni para hablarles en forma soberbia desde nuestra presunta claridad de pensamiento, sino para entender las razones que llevan a tantos venezolanos día tras día a hacerlas, y desde esas razones, desde la comprensión de su necesidad, hablarles de la posibilidad real de la LIBERTAD, del valor de su individualidad, de la propiedad (incluso la de su tiempo y esfuerzo, no solamente la propiedad física), como elementos esenciales para alcanzar la democracia, el estado de derecho y la paz en Venezuela, y así contribuir a que, aunque lleven la procesión por dentro, su espíritu no se doblegue, no se anule, sino que prevalezca incólume para que sean partícipes activos de la transición hacia la democracia, y de la reconstrucción de nuestro país.
Catalina Ramos (@caramos61)
Coordinadora Nacional de Formación de VenteVenezuela

¿Qué viene ahora?

(Publicado en ventevenezuela.org, 25.01.2019) Este 23 de enero de 2019, así como en 1958, Venezuela hizo historia. Nunca como e...