viernes, 22 de febrero de 2019

¿Qué viene ahora?


(Publicado en ventevenezuela.org, 25.01.2019)


Este 23 de enero de 2019, así como en 1958, Venezuela hizo historia.

Nunca como en estos meses habíamos tenido tal grado de apoyo internacional decidido a afrontar junto a nosotros la tragedia que nuestro país está viviendo. Ese apoyo extraordinario de la fuerza internacional, de la que destacan organizaciones como la OEA, los países que integran el Grupo de Lima, Canadá, entre muchos otros países y organizaciones que a esta hora se siguen sumando, junto a la fuerza institucional a través del decidido avance en la restitución de las instituciones que han venido ejecutando el TSJ legítimo y la Asamblea Nacional, requería una muestra más –porque llevamos años dándolo todo- por parte de los ciudadanos. Una muestra visible, contundente, de la fuerza ciudadana, manifestando el rechazo que la inmensa mayoría de los venezolanos dentro y fuera del país, tiene por este régimen mafioso y criminal.

Ese clamor de libertad lo vivimos ayer en las calles de toda Venezuela y en un numeroso grupo de ciudades del mundo, donde salimos todos para mostrar respaldo al Presidente Interino Juan Guaidó, y para dar testimonio presencial de que estamos decididos a avanzar para rescatar a nuestro país de las garras de las mafias que lo tienen secuestrado.

Pasada la emoción de esas horas maravillosas, y pendientes aún de todos aquellos que están siendo perseguidos, que fueron reprimidos ayer y de los familiares de los fallecidos, la pregunta que hoy tenemos es ¿qué viene ahora?

Pues ahora comienza un período de intensa labor de tejido. Y no es que nos vayamos a dedicar a las manualidades, claro que no. Es que a partir de este momento, tenemos que trabajar para articular con la ciudadanía organizada, desde la parroquia más pequeña del país hasta el nivel nacional, pasando por supuesto por la diáspora, en cada rincón del mundo donde se encuentre.

En todos esos lugares hay talento, capacidad y ganas. También hay organizaciones, desde muy pequeñas y específicas hasta mayores, con amplia experiencia y larga trayectoria, que han estado trabajando sin descanso desde hace más de 20 años en sus distintos ámbitos, que tienen diagnósticos detallados en un país donde los indicadores oficiales dejaron de existir hace años. Tienen propuestas para cada situación y problema que se ha suscitado desde la comunidad más recóndita hasta la federación más grande. Dentro y fuera del país hay venezolanos que con su creatividad, su trabajo, su conexión con los problemas y su enraizamiento en sus comunidades seguramente aportarán un caudal de recursos técnicos, de conocimiento, de valor agregado y de capital social que es imprescindible para reconstruir el país. A buscarlos, conversar con ellos, articular iniciativas y sumar, es que debemos dedicarnos a partir de este momento.

En el proceso, seguramente conversaremos con ciudadanos que no están organizados formalmente, y llevarle información y orientarlos acerca de lo que pueden hacer durante este proceso también constituye una tarea esencial. Todos somos necesarios, desempeñando el rol que tengamos.

Sin ánimo de ser simplista, una de las causas de que un régimen como el que está por salir se instalara en Venezuela fue que los ciudadanos dejamos de interesarnos por la política y lo que los políticos hacían.

Hoy, la única garantía que tenemos de que nunca más una tiranía con similares características llegue a instalarse de nuevo, es que logremos entrelazar en forma innovadora, eficiente, sólida y no populista el tejido social y sus interacciones con el hecho político, con los partidos políticos y sus liderazgos.

En Vente Venezuela lo concebimos así desde nuestra fundación, y diseñamos el partido con las herramientas para propiciar esos espacios de interacción y entrelazarlos además con el diseño de las políticas públicas que nuestros liderazgos promuevan para sus gestiones en los cargos públicos que en la Venezuela libre ocuparemos.

De modo que a la pregunta que encabeza esta nota le tenemos la respuesta: sabemos lo que hay que hacer, tenemos las herramientas y la gente para hacerlo, y vamos a avanzar en ello, hasta que cristalicemos junto al ciudadano, el país que nos merecemos: una Venezuela libre, próspera y rica de verdad.

@caramos61

Coordinadora Nacional de Asociaciones Ciudadanas de Vente Venezuela

jueves, 13 de julio de 2017

Análisis en 3 tiempos: Uesebistas, lo que hagamos hoy marcará nuestro futuro

Publicado en Vente Venezuela, 12 de Julio de 2017
La urgencia: violación a la voluntad y autonomía universitaria
Una vez más lo urgente se antepone a lo importante. En medio de la organización del más significativo y extraordinario proceso de expresión de soberanía de la ciudadanía venezolana, la Universidad Simón Bolívar es atacada en su autonomía.
Desconociendo la voluntad expresada el pasado diciembre a través del voto de la comunidad y la decisión autónoma del Consejo Directivo, el CNU designa arbitrariamente como Vicerrector Académico encargado a una persona sin vinculación alguna con la institución, que además no cuenta con las credenciales académicas para optar a dicho cargo.
Las universidades nacionales venezolanas no han realizado elecciones de autoridades, por un impedimento emanado del Tribunal Supremo de Justicia (fechado el 15 de mayo de 2013, en el caso de la USB), lo que se ha constituido en la permanencia de las autoridades electas en sus cargos más allá del doble del tiempo legalmente estipulado para ello. Por otra parte, habiendo renunciado el año pasado nuestro Vicerrector Académico, la comunidad académica (estudiantes, egresados y profesores) realizamos, el 16 de diciembre de 2016, una consulta amplia, abierta, entre nuestros asociados y afiliados, en la que se presentaron cuatro insignes candidatos de la USB para ocupar el cargo de Vicerrector Académico (E) hasta que haya elecciones. El resultado fue conocido de inmediato por el Consejo Directivo de la institución, quien designó por unanimidad al que salió favorecido en dicha consulta, el profesor Oscar González como Vicerrector Académico encargado.
En la Constitución se establece con claridad (Artículo 109) la autonomía universitaria. Allí se expresa literalmente que: “Las universidades autónomas se darán sus normas de gobierno”. Por ello, los egresados desconocemos cualquier nombramiento que no surja del interior de nuestra Alma Mater. Para nosotros, el Vicerrector Académico encargado en la USB es, como se ha anunciado suficientemente en la universidad, el profesor Oscar González.
El rol de la universidad: lo que hagamos hoy, marcará nuestro futuro
Venezuela está sumida en una grave crisis cuya descripción detallada nos ahorraremos acá, porque la vivimos en nuestra cruda cotidianidad. Muchos profesionales brillantes, jóvenes recién graduados, se han ido del país, buscando un futuro mejor. Venezolanos que se han forjado en nuestras universidades autónomas, conociendo y compartiendo los principios rectores y los valores que todos aspiramos desarrollar como aporte a nuestra sociedad, que no han encontrado el modo de lograrlo aquí, y optaron por buscar en otras latitudes.
Pero así mismo, hay una inmensa cantidad de otros que siguen acá, en los salones de clase, donde también son vulnerables a la inseguridad; que siguen ejerciendo su vocación docente con tal nivel de compromiso, que a pesar de sus terribles condiciones de trabajo, ponen de su bolsillo para los materiales básicos, y prosiguen con la tarea de formar profesionales para nuestro país. Sus técnicos, trabajadores, acuden cada día a poner su empeño en que el Campus se mantenga vivo, para cumplir los objetivos para los cuales se creó. Sus estudiantes, que siguen luchando día tras día por un país mejor y una universidad moderna y libre, participando, debatiendo, con la mira puesta en su futuro, y con la pasión que marca un sueño que se quiere lograr.
Eso muestra la grandeza del compromiso de los distintos miembros de la comunidad universitaria con la institución. Nuestros profesores, nuestros estudiantes, empleados, trabajadores, siguen aquí, ejerciendo con su ejemplo diario los principios rectores de la Universidad del Futuro.
Por eso hoy somos objeto de acoso. Porque a pesar de las dificultades, nos mantenemos trabajando por proteger y garantizar la esencia de lo que hemos sido, pero más aún, de lo que deberíamos y queremos llegar a ser como institución, de cara a la reconstrucción del país.
Este atropello a la autonomía universitaria consagrada en el artículo 109 de la Constitución Nacional, representa un ataque más en contra de la calidad de la educación universitaria, la búsqueda de la excelencia y el espíritu de superación como pilares de la movilidad de la sociedad, valores de los que nuestra institución siempre ha sido representante y garante.
Todo está relacionado: la respuesta la tenemos los ciudadanos
Un país es capaz de desarrollarse y progresar, si tiene una base sólida en cuanto a la generación del conocimiento, la búsqueda de la excelencia y el reconocimiento al esfuerzo como mecanismo para superarse; todo ello en un ámbito de Libertad, apego al Estado de Derecho y Democracia.
Es decir, un país desarrollado, moderno y próspero sólo es posible en condiciones de libertad y democracia verdaderas. Y para ello, sus instituciones universitarias, la academia, la investigación, la ciencia y la tecnología, son esenciales, porque son el lugar en el que surgen las ideas, se generan las innovaciones, se aprende, de verdad, el valor del esfuerzo propio, el mérito y la importancia de la convivencia con los otros, cuyos puntos de vista son diferentes a los nuestros.
Para los jóvenes, la universidad venezolana tiene que destacarse como el espacio preferido donde formarse, que les permita avanzar y desarrollarse, donde se estimule la búsqueda de la excelencia y el espíritu de superación. Para los profesores, la posibilidad maravillosa del debate, de la investigación, la creación de conocimiento y de la formación de profesionales, valorando el mérito y la excelencia. Para sus egresados, el espacio que despertó nuestro espíritu emprendedor, nuestra actitud innovadora y abierta al cambio, y la búsqueda permanente de la superación de nuestros logros. Para las familias, la oportunidad de alcanzar, a través de un mejor desempeño profesional, su crecimiento y prosperidad personal y familiar. Tenemos que lograr que toda la sociedad se reencuentre con estos planteamientos, y pose su mirada en los miles de ejemplos de grandes venezolanos que cotidianamente aportan para que Venezuela sea un país mejor, y que provienen de nuestras universidades.
Hoy en día la realidad es diferente a la descrita, ya que el régimen acosa y estrangula las instituciones que se mantienen firmes, en la defensa de la libertad y la democracia como pilares de su funcionamiento y accionar.
La buena noticia es que si hay salida para esta crisis. Hay salida, y está en nuestras manos concretarla. Los ciudadanos llevamos más de 100 días manifestando nuestra firme decisión de salir lo antes posible de este modelo empobrecedor y reñido con el conocimiento, el mérito, la prosperidad y la modernidad. Es imprescindible por tanto, nuestra participación activa este domingo 16 de julio en el plebiscito que hemos convocado.
Hoy más que nunca se requiere de nosotros que se sienta el reclamo por la recuperación del sentido común, de la academia, el rescate de los espacios donde de forma natural se desarrollan el libre pensamiento y la formación de alto nivel que son claves para el desarrollo del país, y para la conformación de un ciudadano crítico y responsable. Comencemos por activarnos para que el evento de este domingo 16J sea un éxito.
Con este gran paso, avanzaremos hacia un proceso de transición a la democracia y hacia una sociedad donde el mérito, la calidad y el logro sean parte de sus pilares fundamentales. Y donde las universidades, tendrán un rol importantísimo en el desarrollo del país, sobre la base del conocimiento, la excelencia y el reconocimiento al esfuerzo como mecanismo para superarse, donde todos tengamos cabida.
Lo que hagamos este domingo 16J como ciudadanos, será la medida que muestre al país el tipo de sociedad en la que queremos vivir, en la que se desarrolle la universidad, y como todo círculo virtuoso, nuestro futuro como país.
Catalina Ramos (@caramos61), Presidente de la Asociación de Egresados de la USB y Coordinadora Nacional de Asociaciones Ciudadanas de Vente Venezuela

domingo, 28 de mayo de 2017

La organización ciudadana, clave para la Transición – Por Catalina Ramos

En estos 50 días de resistencia, los ciudadanos nos hemos encontrado de nuevo en la calle, en la lucha incansable que nos hemos propuesto, para alcanzar la libertad de nuestro país. Nos hemos reconocido como lo que somos, hijos de esta tierra maravillosa que un grupo de mafiosos, corruptos y déspotas intenta destruir.

Sin embargo, no quiero referirme sólo a este mes, ni sólo a los ciudadanos en forma individual. Durante los 18 años que lleva este régimen, la sociedad venezolana ha resistido, y ha aprendido a organizarse, a todo lo largo y ancho del país, desde las comunidades más pequeñas y recónditas, hasta en el ámbito nacional. Nos hemos organizado para afrontar la situación que se nos presente, de acuerdo a la especialidad con la que aportamos al país, o de acuerdo a la región donde nos ubicamos. Ante cada dificultad, hemos encontrado el modo de procesarla y afrontarla de manera organizada. Desde el recordado Decreto 1011 a la fecha, no hemos dejado de alzar nuestra voz. Por eso le ha sido imposible al régimen anularnos por completo, porque no nos hemos rendido, y siempre hacemos nuestra tarea.

De acuerdo con informes del Banco Mundial y del Centro de Investigaciones Sociales CISOR, durante el período democrático que precedió a este régimen, las organizaciones de sociedad civil que existían eran fundamentalmente de corte gremial. Entre los 50 y los 80, los interlocutores sociales del Estado provenían principalmente provenientes del sector productivo, empresarial y sindical.

Es a partir de la década de los 80, con el auge que las Cumbres de Naciones Unidas comenzaron a darle a la organización social como estrategia para el desarrollo, que también en Venezuela comenzó un importante crecimiento en ese sector, que fue acentuándose a medida que dichas agrupaciones buscaban tener mayor opción de participación, y es así que para el año 2002, se cuantificaron más de 30.000 organizaciones de sociedad civil formalmente registradas. Para esa misma época, se podían identificar también alrededor de 25 redes de organizaciones de sociedad civil. Organizaciones que se desempeñan en el ámbito de la cultura, salud, educación, ambiente, de infancia, de género, derechos humanos, en fin, el abanico temático se amplió en forma remarcada.

De esa época a la fecha actual, no hay ningún estudio formal que nos arroje cuantitativamente cuál es el estado actual de la sociedad civil organizada. No sabemos en qué orden de magnitud ha aumentado esa cifra recogida en 2002.

Pero en la práctica concreta sí sabemos que ese cúmulo de ciudadanos organizados han estado abordando cada aspecto que a este régimen se le ha ocurrido inventar, cada cambio de rumbo sin sentido, cada violación de la constitución, cada omisión, cada exceso, en todas las áreas y sectores, y cada una a su manera y con su especificidad, han ido trabajando en sus propuestas, en sus ideas y visiones de lo que quisieran para Venezuela. Organizaciones que, ante la desaparición de información oficial en cada uno de los sectores de la sociedad venezolana, han registrado y llevado el seguimiento de indicadores esenciales para los diagnósticos y diseños de políticas públicas adecuadas.

Por eso es que hoy quiero referirme a este tema, justo en estos días tan turbulentos, cuando ya comienza a vislumbrarse la inminencia del proceso de transición a la democracia. Porque si bien hemos decidido no aflojar en la presión ciudadana para lograr el cambio de régimen que todos los venezolanos clamamos en el país, tenemos también que ir articulándonos desde las organizaciones, e ir pensando en conjunto cómo podemos aportar, en forma coordinada, desde nuestro conocimiento y experiencia, para sacar adelante con éxito la transición y la recuperación de la República.

Hay varias iniciativas que algunas organizaciones y redes han comenzado ya en ese sentido, con las cuales venimos haciendo contacto. En Vente Venezuela, tenemos presencia de Asociaciones Ciudadanas en todo el país, con el objeto de escuchar, y ofrecer nuestro espacio de encuentro, para propiciar esa articulación imprescindible.

Cuando recorremos el país, encontramos tanta diversidad de iniciativas, cada una más interesante y maravillosa que la anterior, desarrolladas por organizaciones ciudadanas que creen en este país, que luchan por superar las dificultades, y que quieren que Venezuela sea todo lo grandioso que es posible llegar a ser. Algunos de ellos si conocen lo que se hace en otras regiones o sectores, pero en muchos otros casos no, por eso es tan importante propiciar su articulación, apoyarles, conectarlos.

Desde Vente Venezuela hemos generado los espacios de facilitación de esa confluencia, para convertirnos en articuladores del debate de ideas necesario, y contribuir en conjunto con la construcción de una República libre, plural, productiva y con oportunidades para la prosperidad y el crecimiento de todos.

¿Estás interesado en participar? 
Contáctanos a asociacionesciudadanas@ventevenezuela.com

VENTE!!

Catalina Ramos. 
Coordinadora Nacional de Asociaciones Ciudadanas.
@caramos61 @AsoCiudadanasVV

Mi gente: lo más grande de este mundo


De acuerdo a las investigaciones que han venido desarrollando Tomás Páez e Iván de la Vega, cerca del 8% del Registro Electoral venezolano se encuentra fuera del país. Hay aproximadamente 2.500.000 venezolanos distribuidos en 98 países del mundo, de los cuales, según datos de Páez, el 40% tiene una maestría o un diplomado y 12% tiene doctorado y postdoctorado. El nivel de formación es elevado. El 20% de los que se han ido son emprendedores: crean empresa, riqueza, empleo y democracia donde van. El 65% de la gente es empleado. 14% son estudiantes.
Por otra parte, de la Vega nos comenta que la diáspora científica podría estar alcanzando ya el 30% de los especialistas, lo cual es grave, porque significa que nuestro país se ha quedado rezagado en generar investigaciones y políticas de cara a los nuevos paradigmas tecnológicos en el mundo, y, según Iván, reconvertirnos nos tomaría mucho tiempo.
Sin duda es una realidad abrumadora a la que hay que prestarle mucha atención, que estos dos investigadores han venido escudriñando detalladamente desde hace mucho tiempo, y cuyos resultados nos servirán indudablemente para la reconstrucción del país, y sobre eso estamos trabajando desde ya.
Sin embargo, nosotros estamos convencidos de que todas estas aparentes desventajas y debilidades, podemos convertirlas en grandes oportunidades para trabajar en forma proactiva, efectiva y eficiente en la reconstrucción de Venezuela.
Y estamos tan seguros de ello, porque cada día nuestros egresados, estén donde estén, buscan por su propia iniciativa el modo de conectarse de alguna manera con nuestra Alma Mater, para apoyarla en variadísimos aspectos en los que la universidad está requiriendo una mano.
No es la primera vez que comentamos acerca de este tema, y aunque hay mucho camino por andar todavía para facilitar los canales de conexión necesarios, cada vez que nos encontramos con un ejemplo de este interés por ayudar a la USB, del compromiso de los egresados uesebistas, se nos ratifica la convicción de que enseguida que nos libremos de este régimen que ha destruido al país, comenzaremos a avanzar muy rápido para convertirnos en un país próspero y moderno, con una universidad verdaderamente del futuro, gracias a la participación de cada egresado, desde donde se encuentre.
En el pasado hemos tenido ejemplos de programas exitosos que pusieron el talento venezolano que se encontraba fuera de Venezuela en contacto con instancias venezolanas, para avanzar y aprovechar ese conocimiento adquirido fuera de nuestras fronteras, en beneficio del país. Eso fue lo que el Programa TALVEN, desarrollado por el Dr. Francisco Kerdell-Vegas cuando fue embajador de Venezuela en Francia, conjuntamente con la UNESCO, llevó a cabo, y que podemos reeditar mejorado y adaptado a la realidad actual, más temprano que tarde.
En la AEUSB, junto a las autoridades universitarias y algunos egresados, desarrollamos el Programa Volver a la Simón, que comenzó como una iniciativa para apoyar a la universidad desde la perspectiva del egresado – docente. Este componente ha ido avanzando, y ya tenemos cerca de 30 perfiles de egresados dispuestos a dar clases, siendo evaluados por los diferentes departamentos. Pero, seguimos creciendo, y abriéndonos hacia otros espacios, y es así como surgió en el marco de este programa, a finales del año pasado el componente piscinas, en el cual estamos desarrollando un proyecto muy ambicioso para la recuperación de los espacios del complejo de piscinas de nuestra universidad. En ambos casos, la respuesta recibida por parte de nuestros compañeros egresados ha sido estupenda, y apenas estamos comenzando.
Por eso estamos seguros de que lo vamos a lograr. Porque, como dijo Héctor Lavoe: los llamé, no me preguntaron dónde, orgullo siento de ustedes, mi gente siempre responde!!

Catalina Ramos. Presidente AEUSB

Nuestra apuesta por la juventud, y la excelencia


 Publicado en aeusb.org el 


Con motivo del Día de la Juventud, hemos leído en diferentes medios de comunicación los resultados de un estudio acerca de las migraciones en nuestro país. Ese estudio, realizado por el Departamento de Migraciones de nuestra alma mater en 2016, señala que 88% de los jóvenes tiene intenciones de emigrar, a diferencia de los resultados obtenidos en 2013, que fueron menores.
“Me quiero ir” o “si puedo irme me voy” fueron las respuestas comunes de jóvenes egresados de cuatro grandes áreas de estudios (Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales, Ingeniería Eléctrica y Ciencias Básicas) de las universidades Central de Venezuela, Católica Andrés Bello, Monteávila y Simón Bolívar, de Caracas. El objetivo del joven es tratar de ejercer su profesión o hacer un posgrado a través de becas.
No es un secreto para nadie que una de las razones de mayor peso para motivar esa “huida” es la inseguridad. Lo más triste es que, de acuerdo a los informes del Observatorio Venezolano de la Violencia, tanto víctimas como victimarios son jóvenes menores de 35 años, y cada vez el promedio de edad, especialmente en los victimarios es menor. Jóvenes que se desvían de lo que debería ser su sendero normal de estudios, para incurrir en el mercado de trabajo más terrible: el de la violencia.
Estos indicadores tan dramáticos nos llevan a voltear la mirada hacia nuestros jóvenes estudiantes de la Universidad Simón Bolívar. Resistentes, resilientes, siguen esforzándose por prepararse lo mejor posible, en un entorno violento que los acosa en sentido contrario: los agobia con la inseguridad, la violencia, la escasez y el hambre, pero también con la crisis interna de profesores, de actualización en la biblioteca, de insumos en los laboratorios, de comedores, de trasporte, etc.
Por eso, en la Asociación de Egresados mantenemos firmemente como una de nuestras prioridades estratégicas el Programa de becas Aquiles Nazoa. Creado por la AEUSB en 2006, el PAN ha graduado a más de 50 jóvenes estudiantes con promedios superiores a 3.8, y situaciones socioeconómicas críticas.
No se trata solamente de una ayuda económica, el Programa Aquiles Nazoa acompaña el aporte con formación humana, gerencial, motivacional, que ahora más que nunca esos jóvenes requieren, para tomar las mejores decisiones en sus vidas, y no solamente ser unos estupendos técnicos, sino también unos maravillosos seres humanos, capaces de surgir, progresar e independizarse. Es un programa probado, pues sus egresados hoy día son exitosos profesionales en grandes empresas, dentro y fuera del país, que también contribuyen con los que hoy son estudiantes uesebistas.
Cada historia de vida de nuestros becarios, los actuales y los que han pasado por nuestro programa, es una historia heroica, llena de dificultades, pero con el compromiso personal y familiar de formarse, ser los mejores y surgir. Cuando revisamos sus perfiles, comprobamos que el joven venezolano es en esencia luchador incansable y busca siempre la excelencia y desarrollarse hacia adelante.
Por ello, hoy más que nunca, los seguiremos apoyando, y trabajando muy duro para ampliar la capacidad de contribuir con muchos más estudiantes uesebistas.
Pero también es menester fortalecer a la institución, darle un vuelco hacia adelante, para que todos los estudiantes tengan acceso a una formación profesional moderna, de calidad, que les permita crecer y desarrollarse, pero que también propicie la investigación, la extensión, la conexión con el país, con la industria, con el sector productivo donde luego estos jóvenes profesionales serán clave para la reconstrucción de nuestro país. Para ello desde la AEUSB desarrollamos varios proyectos, conjuntamente con la universidad y con otros egresados, cuya finalidad es mirar al futuro con esperanza y con grandeza, porque estamos seguros de que la Universidad Simón Bolívar, sus autoridades, sus profesores, trabajadores, estudiantes y egresados, seremos parte de la transformación definitiva de Venezuela.
Ese es nuestro compromiso, nuestra labor diaria, y la razón por la que estamos aquí.
Catalina Ramos. Presidente AEUSB

viernes, 27 de enero de 2017

La certeza del conocimiento: una mirada de esperanza en el marco del 47 aniversario de la Universidad Simón Bolívar.


Entrar a Sartenejas siempre ha generado en mí una sensación de paz, de tranquilidad, de llegada al hogar. Esa sensación de que todos somos genuinos, desde la primera persona que te tropiezas entrando, que estamos allí por similares motivos, que compartimos principios y valores.

Hoy estuve en Sartenejas, con motivo de la conmemoración de los 47 años del inicio de las actividades académicas de nuestra Alma Mater. Y ciertamente hay que celebrarlo, porque se trata de una fecha que abrió las puertas en nuestro país a una manera distinta de formación universitaria, de hacer vida en el campus, de relación con el conocimiento, la excelencia y la modernidad.

Estando allí uno rememora muchas cosas, pero en particular, recuerdo con cariño el eslogan que conocimos cuando recorrimos sus aulas: la universidad del futuro. Uno de nuestros valores emblemáticos, la Creación de Futuro, como propósito y cualidad que aviva nuestra pasión visionaria. Nuestro principal compromiso siempre ha sido con el porvenir.

Decía Fernando Martínez Mottola el año pasado en ocasión de recibir la Orden Mayz Vallenilla, que la universidad que hoy transitamos es la del futuro de cuando estudiábamos. Es cierto. Y miremos las condiciones en las cuales se encuentra.

Por eso es imprescindible que, de nuevo, pensemos en la universidad del futuro, pero vayamos más allá, pensemos también en el país del futuro, en el que la universidad está alojada. Porque aunque hemos sostenido siempre que la USB está disgregada por todos los rincones del mundo donde haya un egresado –y quizá tengamos que agregar también ahora y un profesor– uesebista, la realidad es que la fuente de la que surgimos todos nosotros, la matríz, está en Venezuela, y sus dos corazones están ubicados en los estados Miranda y Vargas de nuestro país.

Y eso nos lleva a conectar con la realidad. El país, y por ende también la USB, está inmerso en una crisis social, económica y humanitaria, que está afectando gravemente la vida de todos. En cada rincón del país, los venezolanos estamos luchando por garantizarnos nuestros derechos esenciales, los más básicos, que en los últimos años han sido disminuidos a niveles reñidos con la dignidad humana. Eso nos deja muy poco margen para dedicarnos al conocimiento, a la búsqueda del mejoramiento profesional, al sueño. Estamos concentrados esencialmente en la sobrevivencia.

Pero de nuevo, vuelvo a Sartenejas. Con toda esta crisis, la universidad está guapeando para salir adelante, y no dejarse abatir por quien prefiere que estos espacios de ideas, de generación de conocimiento no existan. La más reciente agresión que sufrió el Palacio de las Academias es una pequeña muestra de ello, pero además, el ahogo que se le ha venido aplicando a las universidades, públicas y privadas, así lo demuestra también.

Allí están las autoridades, procurando no perder la esencia de nuestra institución, los profesores, trabajando en condiciones paupérrimas, los empleados y trabajadores, igual o peor, y los estudiantes, procurando imaginarse un futuro, desde la preparación universitaria. Y también estamos nosotros, los egresados.

Nosotros hemos respondido de manera extraordinaria al llamado de ayuda de nuestra Alma Mater, y es así como el Programa de Becas Aquiles Nazoa, el Programa Volver a la Simón, y tantas otras iniciativas reciben respuestas entusiastas y prontas cada vez que se convoca en cualquier lugar del mundo.

Sin embargo, tengo que decir, que si el contexto no cambia, por más que todos los miembros de su comunidad aportemos un poco, la universidad difícilmente avanzará en forma determinante hacia donde requiere un país como el que nos merecemos.

Por ello, nosotros, egresados de la Universidad Simón Bolívar, como miembros de esta comunidad universitaria y como ciudadanos, tenemos el derecho, pero por sobre todo, tenemos el deber de incidir en el destino de nuestro país, en forma activa, firme, sin miedo, en paz y sin violencia. Tenemos que elevar nuestras voces, y defender la importancia de recuperar la institucionalidad, de que se concrete un cambio verdadero y desde la raíz en nuestro país.

En esa medida, la Universidad Simón Bolívar, y todas las universidades venezolanas se transformarán en los espacios de luz y de conocimiento que están llamadas a ser, vinculadas en forma muy estrecha con la modernidad, con la productividad, con una sociedad democrática, abierta y próspera, en conexión con el resto del mundo.

Tenemos una gran oportunidad, la invitación es a hacer valer nuestras voces, y convertirnos en elementos decisivos para que se concrete este cambio necesario. Y a partir de allí, con el talento, la experiencia, la capacidad que nuestras casas de estudio tienen, contribuyamos con la implantación en Venezuela de una verdadera República, donde imperen el estado de derecho, el libre desarrollo, la prosperidad, y la certeza del conocimiento.

Catalina Ramos. Presidente AEUSB

La luz y la oscuridad – Por Catalina Ramos



Una vez más, en la oscuridad, al filo de la madrugada nos enteramos de los resultados de un evento crucial en la vida y futuro de los venezolanos.

Digo crucial, no porque este de acuerdo ni siquiera con el simple hecho de que existiera esa reunión ayer, por tanto mucho menos con sus conclusiones. Sino porque los ciudadanos que vivimos en este país nos merecemos respeto, y lo que anoche sucedió, a mi modo de ver, fue una burla.

En 17 años, los ciudadanos hemos puesto todo: hemos salido a la calle en forma contundente, nos hemos quedado en casa cuando eso era lo requerido, hemos caceroleado; hemos asistido a asambleas, mítines, caminatas, concentraciones; hemos guapeado contra la escasez, la inseguridad, el desempleo; hemos firmado, reafirmado y votado hasta la exageración.

Nuestros jóvenes han llevado gas parejo, golpes, agresiones, persecución y decenas de ellos siguen detenidos por pensar diferente.

Nuestros empresarios, productores, comerciantes, sobreviviendo en medio de un régimen de controles, confiscaciones y condiciones económicas que sólo buscan ahogar el libre desarrollo, la productividad y la posibilidad de surgir por el propio esfuerzo, sin depender de dádivas del Estado.

Las universidades, la educación privada, la pública, ¡todo! La destrucción ha sido masiva y total.

Pero el ciudadano siempre ha respondido a la altura. Siempre, de frente, sin miedo, a plena luz. No tenemos nada que ocultar: estamos hartos de Maduro y su séquito, y queremos que se vayan, pero ya, este año 2016.

Por eso me llama la atención, además de indignarme, esta estrategia de oscuridad de algunos miembros de la oposición para adelantar acciones supuestamente en nuestro beneficio ¿Por qué?

No puedo evitar recordar que los que asistieron a esa reunión por parte de la oposición comparten ideología con quienes hoy se aferran al poder y por ello no quieren “perjudicar” del todo esas ideas. Todos, desde el enviado del Vaticano, los expresidentes “oficiales” y, obviamente, quienes asistieron por la MUD.

Pero ingenuamente pensé, y más aún luego de las masivas demostraciones de voluntad de cambio por parte de nosotros, los ciudadanos, que habían entendido el mensaje, y especialmente porque consideraba que era ilógico, insensato e inmoral que, por empeñarse en privilegiar esas ideas socialistas, populistas y colectivistas, nos entregasen de esa forma a los mayores violadores de DDHH y las leyes que hayamos tenido en Venezuela.

Por eso la noche, por eso la oscuridad. Así es menos complicado dar explicaciones. Pero al final, amigos, todo se sabe.

Los que me conocen saben que cuando me ha tocado explicar nuestras posiciones frente a la MUD, siempre sostengo que estamos en una coyuntura -muy larga ya, para mi gusto- en la que frente a un oponente que tiene las armas, los recursos del Estado y las instituciones, nos toca andar en unidad. Ojo, no unanimidad. Pero sueño y trabajo para eso, con que llegue el momento en el cual volvamos a medirnos independientemente, y que nos toque defendernos con nuestras ideas, propuestas y proyectos y que el ciudadano escoja a quien le convenza mejor.

Esa Venezuela llegará. Más temprano que tarde. Y quienes hoy nos chantajean con la urgencia gris de mantener esa “unidad”, tendrán que defenderse solos y medirse igual, con sus ideas.

Los venezolanos somos de espíritu libre, emprendedor, echado pa’ lante y con afán profundo de superación. Y esta pasantía intensiva por el comunismo-socialismo-populismo lo que ha hecho es profundizar esas convicciones.  

Por eso, estoy convencida de que llegado ese momento, la luz ciudadana prevalecerá, la de los que queremos un país verdaderamente libre, de ciudadanos capaces de salir adelante por sí mismos, sin muletas del Estado, donde imperen el libre desarrollo, el Estado de derecho, la propiedad privada y la modernidad. Y nosotros, Vente Venezuela, estaremos al frente.

@caramos61

¿Qué viene ahora?

(Publicado en ventevenezuela.org, 25.01.2019) Este 23 de enero de 2019, así como en 1958, Venezuela hizo historia. Nunca como e...